Chicago y Nueva York (IX)

El dia 20 teníamos entradas para visitar el observatorio del One World Trade Center, al cual tenía muchas ganas de subir porque la última vez que estuvimos en Nueva York aún no había sido inaugurado.

Como las entradas eran con hora, salimos con tiempo en un coche de Uber por miedo a que hubiera uno de los famosos atascos de la ciudad. Pero la cosa se dio bien y llegamos con mucha antelación, lo cual nos permitió dar una vuelta por todo el memorial. Igual que la vez anterior que estuve se me saltaron las lágrimas al recordar a las víctimas del terrible atentado del 11-S. En ese lugar hay una energía especial, se siente en la piel…

     

     

Cuando llegó la hora entramos al edificio, donde tuvimos que pasar varios controles de seguridad y dividirnos en varias colas según donde hubieras comprado las entradas. Unas colas tenían prioridad sobre las otras y entraban al observatorio antes. Nosotros éramos de los más afortunados…

Mentiría si dijese que el observatorio no me defraudó un poco. Al igual que pasó con los dos edificios de Chicago a los que subimos, éste también está todo acristalado con lo que hay que tener cuidado de que no salgas reflejado al hacer las fotos.

Estas son las vistas desde arriba de algunos de los lugares más representativos:

A la salida fuimos a ver el Oculus de Calatrava. No es que me apasione su diseño, pero nos impresionó lo enorme que es por dentro. La verdad es que por fuera no lo parece…

Es a la vez estación y centro comercial gigantesco. Une por el subsuelo los cuatro nuevos edificios que se han hecho tras los atentados. Está lleno de tiendas y puedes perderte con una facilidad…

Allí dentro preguntamos dónde podíamos comer y nos recomendaron hacerlo en Eataly. Por diox, lo que nos costó encontrarlo. Nos perdimos mil veces por los pasillos de aquella mole, hasta que nos metimos en un ascensor que nos llevó justo hasta allí.

Aquello es una mezcla de tienda de productos italianos y restaurante. Me temo que había dos zonas para comer dependiendo de lo que quisieras comer y que no nos entendimos bien porque nosotros queríamos ir a la zona donde anunciaban carne y nos llevaron a la de pizzas y pasta… Terminamos comiendo calzone con el permiso de la pastillita de lactasa 😛

Luego aprovechamos para ir al Century 21 de aquella zona. ¡Shopaholics al poder!

Ya reventados de las compras nos marchamos al hotel en otro coche de Uber, a cenar en la habitación y descansar…

El día 21 nos dirigíamos a la New York Public Library cuando vimos una cola en la acera por la que andábamos… Como somos un poco cotillas nos paramos a ver qué esperaba la gente y nos dimos cuenta de que esperaban a que abriesen las puertas de la tienda Uniqlo. Sinceramente, me sonaba esa marca pero nunca había visto qué clase de ropa tenían, así que como idiotas nos pusimos en la cola para entrar en la tienda y salir de dudas. Para empezar nos encantó el diseño de la tienda, muy chulo, y nos volvimos locos con la ropa y los precios. Madre mía todo lo que compramos… 😳

Al final perdimos la mañana entera en la tienda… Y casi a la hora de comer pusimos rumbo de nuevo a la biblioteca.

En el camino volvimos a hacer fotos al Atlas y la Catedral y en Rockefeller Center.

     

Y ya con un hambre atroz llegamos a la biblioteca…

Fuimos a comer a Keen’s Steakhouse, donde se anuncian como la mejor carne de la ciudad. Es un sitio con mucha solera y con muy poca iluminación, lo cual hizo que apenas pudiéramos ver lo que ponía en la carta. La carne estaba buena, pero no sé si yo diría que era la mejor que he probado allí…

Por la tarde estuvimos prácticamente enclaustrados en el hotel haciendo las maletas porque nos volvíamos a casa al día siguiente. Y tuvimos un ataque de pánico al ver que no nos entraba de ninguna manera TODO lo que habíamos comprado. Imposible.

El día 22 lo empezamos saliendo a comprar una bolsa que pasase por equipaje de mano y con suficiente capacidad para poder meter todo lo que no nos cabía en las maletas. Afortunadamente la encontramos y pudimos hacer las maletas bien…

Dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a dar una vuelta, a conocer las tiendas que hay en el Hotel Plaza.

Luego fuimos a comer a nuestro querido Restaurante Serafina, unos espaguetis al limoncello.

Y finalmente volvimos a nuestro hotel, a esperar en el hall a que viniera el transfer para llevarnos al aeropuerto.

A pesar de que habíamos adelantado la hora de recogida, había tanto atasco que llegamos al aeropuerto con la hora justa. Y como en este viaje nos pasó de todo en los aeropuertos, en la despedida también tuvimos jaleo.

Como yo voy en silla de ruedas el control de seguridad es diferente al de los demás. Me suelen llevar aparte y como la silla no puede pasar bajo el arco de seguridad me cachean por todo el cuerpo y pasan un papelito por toda la silla para detectar si hay presencia de drogas o explosivos en ella.

Y eso hicieron, una mujer policía enorme empezó a cachearme. Nunca me habían cacheado tan a fondo, me hizo sentir muy incómoda… Luego empezó a frotar el dichoso papelito por toda la silla. Y finalmente frotó otro papelito en mis zapatos.

Cada papelito lo analizó una máquina diferente. El de los zapatos dio que estaba todo bien, pero cuando metieron en la máquina el papelito de la silla aquella empezó a pitar. Y todos los policías empezaron a revolucionarse y a hablar muy alto entre ellos. Yo me asusté porque no sabía qué pasaba. La policía empezó a preguntarme cosas muy rápido, tanto que no la entendía nada y me estaba poniendo de los nervios. Se dio cuenta de que no la entendía y entonces me habló más despacio y me preguntó dónde estaba mi bolso. Yo le dije que no tenía bolso y la tía no se lo creía. Como pude le expliqué que como voy con mis padres no llevo bolso. Y mientras seguían hablándose a gritos y desquiciados entre ellos. Yo sólo les entendía: «Es la silla, no son los zapatos, es la silla«. Pero no sabía qué narices pasaba con la silla, qué era lo que había podido detectar la máquina. Os juro que yo ya me veía detenida, vete a saber por qué. A puntito estuve de echarme a llorar…

Hasta que a la policía se le ocurrió volver a pasar otro papelito por toda la silla y analizarlo con la otra máquina, no con la que habían analizado el primero. Y en la segunda máquina daba que todo estaba bien. ¡Ufff! La policía empezó a regañar a la otra que estaba al cargo de la primera máquina y a decirle que limpiase la máquina, porque debía haber dado la alerta porque estaba sucia… Y a mi empezó a decirme que todo estaba bien y a pedirme perdón por el error.

Qué mal rato pasé, de verdad que el numerito que montaron y el susto que me llevé no se lo deseo a nadie.

Afortunadamente el vuelo de regreso a casa fue fenomenal y a la llegada a Barajas ya no tuvimos ningún problema 🙂

12 comentarios en “Chicago y Nueva York (IX)

  1. Ay por dios Alize lo del aeropuerto… Qué mal rato he pasado leyendo. No quiero imaginar cómo te sentiste. Por lo menos te pidieron perdón que ya es algo aunque el susto está ahí y eso nadie te lo quita.
    Vamos a lo alegre! Peazo vistas de NY desde lo alto y qué bonito el memorial aunque no deje de ser otro edificio más. La cosa esa de Calatrava no me ha gustado, muy raro pero la biblioteca es PRECIOSAAAA. El techo ❤
    Y nada, normal que tuvierais que comprar una bolsa. Siempre se suele decir que hay que dejar espacio en la maleta pero nadie hacemos caso. Luego pasa lo que pasa jeje.
    Me ha gustado el tour, las recomendaciones y nada, a por otro viaje ^^
    ¡Besotes!

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    • Imagina qué mal rato pasé yo sin saber qué narices había detectado la máquina. Y como la imaginación es muy traicionera ya me veía yo en una cárcel, menuda película me monté en un momento xD
      El memorial es un jardín junto al edificio One World Trade Center, con dos fuentes gigantescas justo donde estaban las Torres Gemelas, donde están escritos los nombres de todas las víctimas. Me temo que en las fotos que he puesto no se aprecia bien…
      Fuimos con las maletas medio vacías en previsión de las compras, pero ni con esas, cada vez somos más compulsivos jajaja
      ¡Besotes!

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  2. ¡Holaa!
    Desdes luego que con los aeropuertos tú estás apañada vamos…. que mal rato pasarías joder, en vez de ponerse a gritar hubiesen hecho una segunda prueba por si acaso no ahí perdiendo tiempo y poniéndote nerviosa para nada vamos….
    Me enamoré de la biblioteca de verdad *-*
    La sensación de ver que no te coge todo lo que has comprado en el viaje la conozco, me pasó en Italia pero menos mal que entre mis amigas y yo pudimos intercambiar cosas de una maleta a otra y lo que no le cogía a una sí le cabía a otra porque si no… muerte jajaaja
    Espero que el próximo viaje te salgo todo mejor y con menos problemas de tiempo, atasco y aeropuerto

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  3. Pero que grande me parece que es todo en NY! La biblioteca me ha parecido preciosa (pero es que siento debilidad por las bibliotecas) y entiendo lo de tus ataques de panico, yo estoy igual cada vez que viajo, que shopaholic que soy/somos!
    Ha sido un viaje espectacular, tomo nota de muchas cositas 😀
    Besos!

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    • Así es, en Nueva York, y en EEUU en general, todo es a lo bestia, enorme… Los edificios, las tiendas, la comida, todo es grande 🙂
      Cada vez soy más compradora compulsiva, no tengo remedio jajaja
      Si vas a NY espero haberte servido un poco de ayuda 😉
      ¡Besotes!

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  4. ¡Qué miedo hubiese pasado yo también! Menos mal que se dieron cuenta del error y hubo solución, porque vaya mal rato. Por lo demás veo que has aprovechado muy bien el viaje, yo tengo unas ganas enorme de visitar esta ciudad y ver sus edificios, calles y ambiente… *_*

    Un beso ^^

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  5. La última vez que estuve en Nueva York todavía no habían acabado el One World Trade Center, tendré que volver para ver esas panorámicas de la ciudad tan espectaculares, pese a los cristales.
    Vaya con los del aeropuerto, menudo susto!! Bueno, menos mal que al final acabó bien que es lo que cuenta.
    Un abrazo viajero

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    • A mí me pasó lo mismo la vez anterior que estuve en NY, faltaba poquito para que terminasen el edificio, casi casi estaba… Así que esta vez tenía muchas ganas de subir 🙂
      ¡Besotes!

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    • Pasé bastante miedito con lo de la silla porque no entendía nada, pero bueno ya pasó y no me quedé presa en EEUU jajaja
      Ojalá abran tienda los de Uniqlo pronto en Madrid también… 🙂

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