El último viaje fuera de España del que os hablé fue el de Roma en el 2006 y hoy os vengo a contar el siguiente. La verdad es que éste no es exactamente el siguiente que hice, pero es que el siguiente fue a Nueva York en 2008 y como ya os voy hablando periódicamente de mis favoritos de Nueva York pues salto al que vino a continuación… En 2009 elegimos nuevamente Italia, pero ésta vez pusimos rumbo a Florencia.
Dicen que en Florencia hay mucha gente que sufre el llamado síndrome de Stendhal al ver tantísima cantidad de obras de arte de gran belleza. Pues bien, a mí no me sucedió… Aunque Florencia me pareció muy bonita, personalmente me quedo con la belleza y el encanto especial de Roma. Pero bueno, para gustos los colores 😉
Como casi siempre que viajamos, estuvimos allí una semana. Nos gusta ir sin prisa, para poder conocer las ciudades tranquilamente y más en profundidad.
Nos alojamos en el Hotel Rivoli, junto a la Basílica di Santa Maria Novella y muy cerca de los lugares más conocidos.
A 800 metros estaba la Catedral de Santa Maria del Fiore, con su preciosa y famosísima cúpula de Brunelleschi. Era impresionante cómo iba surgiendo la Catedral según te ibas acercando por la calle…
No tengo ninguna foto en la que se vea la Catedral entera, es tan grande y las calles tan pequeñas que es misión imposible…
Se portaron fenomenal y por el hecho de ser minusválida nos metieron por otra puerta sin tener que esperar la cola kilométrica de gente esperando para pasar.
La Catedral es espectacular por fuera y por dentro, no podéis dejar de verla…
Siento no poneros más fotos de la Catedral pero o son un desastre o salimos nosotros 😛
De la Catedral nos fuimos a la Galleria dell’Accademia a ver el famoso David de Miguel Ángel. Se me puso la piel de gallina al estar tan cerca de él, es tan grande y tiene tal nivel de realismo…
Luego llegamos a la Piazza della Santissima Annunziata, donde nos quedamos extasiados con las vistas de la cúpula de Santa Maria del Fiore que había desde allí.
De ahí llegamos a la Basílica de San Lorenzo y la Capilla de Los Medici. Sorprende que la fachada de la Basílica está totalmente destruída, solamente se ven ladrillos.
Nos metimos a comer en un restaurante junto a la Capilla de Los Medici que se llamaba Ciro and Sons, que nos gustó tanto que repetimos un día la comida y otro la cena. La pizza y la pasta estaban muy ricas y la Bistecca alla Fiorentina buenísima.
Por la tarde fuimos a pasear a orillas del río Arno hasta llegar al famosísimo Ponte Vecchio.
Luego fuimos al Palazzo Pitti, donde presenciamos un espectáculo donde hombres y mujeres vestidos a la antigua tocaban tambores, bailaban y lanzaban banderas al aire. Si no recuerdo mal algo así aparecía en la película Bajo el sol de la Toscana.
Y para no aburriros continúo con el viaje en el próximo post 😉
PD: Una vez más disculpad por la pésima calidad de las fotos. Y si queréis verlas a mayor tamaño podéis hacerlo pinchando en ellas.
¡Qué bonitas imágenes! La verdad es que viajar siempre es un gustazo y en Florencia es un destino que está dentro de mis planes próximos, así que gracias por una crónica tan bonita.
Un beso ^^
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Gracias a ti por tu comentario, espero que si algún día vas a Florencia te guste tanto como a mi 😉
¡Besotes!
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Alize, yo tampoco sentí el «síndrome de Sthendal», pero sí me gustó mucho; el conjunto del campanario, la catedral y el baptisterio es fascinante. De la estupenda Toscana me impresionaron la plaza principal de Siena y el pueblo amurallado de San Gimignano con sus torres. Un saludo
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Nosotros también pensábamos ir a San Gimignano pero una lesión lo hizo imposible y nos tuvimos que limitar a Florencia… Qué rabia nos dio porque creo que es un pueblo precioso 😦
¡Besotes!
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Qué preciosidad! La verdad es que en Italia ves una piedra tirada en el suelo y tienes que sacar una foto. Todo es bonito jajaja. Muy buen post y que a mi personalmente me sirve para cuando quiera visitar Florencia 🙂
Besos!
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Cierto, en Italia todo tiene un encanto y una belleza especial… 😉
¡Besotes!
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Me han gustado muchísimo las fotos, sobre todo las de los puentes. En septiembre estuvieron allí mis padres y desde ese momento tengo ganas de visitar Florencia. Cada vez que leo posts como el tuyo, las ganas aumentan!
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Es una preciosidad, seguro que te encanta 😉
¡Besotes y muchas gracias por tu comentario!
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